Introducción al Impresionismo

La pintura de finales del siglo XIX se caracteriza por una amplia diversidad en movimientos y tendencias estilísticas. Con la aparición de lo que actualmente se le considera el arte impresionista, se inicia el llamado "arte moderno": es a partir de estas bases sobre las que tendencias artísticas o "ismos" irán sucediendo con una gran y mayor rapidez.

Gracias a la inspiración de la pintura revolucionaria de Manet, se llega a romper con los principios y temáticas ya “trasnochados” del Clasicismo. Llevando al impresionismo a influenciar la dinámica de cambio y renovación que imprime en el arte occidental de su época.