Para poder alcanzar una mayor variación en la gama de colores y así lograr representar el comportamiento de la luz en la realidad, los artistas impresionistas se valían de recursos y técnicas característicos que llamaremos La Gramática Visual Impresionista. Esta forma de trabajar los óleos lejano al acabado realista del clasicismo, era adaptada de forma particular por cada artista impresionista, llegando así a generar distintos acabados casi característicos de cada uno.
Trabajos en técnicas como Pincelada Gestaltica o Totalidad como Manet o Degas, en Yuxtaposición o veladuras sobrepuestas de colores como Renoir, el uso de Fragmentación de tonos o puntillismo característico de Seurat y Asociación de tonos geometrizado como VanGogh llevaron de diversas formas a concretar el uso de tonos primarios en una gran gama de color similar al comportamiento natural de la luz.
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